Querencia incompleta (fragor en mi cabeza)
- Oscar Santos
- 30 abr 2017
- 1 Min. de lectura
Tus ojos altivos y tiernos,
hermoso reflejo demuestras;
no te ufanes, carencia mía,
que te quiero aunque te falte la maldita ambivalencia.
Ave de hermoso plumaje,
te voy a querer aunque vueles bajo,
aunque te falten las alas funestas.
Y si vuelas bajo, te protegeré con mis manos;
si caes y te arañas el alma,
suavizaré tu dolor con mi tacto,
si te hiciera falta un ojo o la mirada,
igual, te amaría sin reparo.
Pierde cuidado, hermoso pájaro,
andaré contigo midiendo los llanos,
con cuidado observaré tus pasos
y al final, cuando cansada estés, te dejaré beber de mi cántaro.
Arroparé tu sueño y atacaré tus miedos,
con un beso diré lo que callo y explicaré lo que grita el alma,
prometo quererte aunque te falte una pata;
así seas un cúmulo de rabia, prometo aceptar los riesgos
de andar cuidando a un ave lastimada,
solapando tu mirada alta
y riñendo con tu pasado pardo,
y yo, como caballero de armadura blanda, amaré pensando.
Todo lo que quiero: que no me falte tu aroma,
tu voz y tu charla, que si eso se va,
moriré cual presa a la fiera leona
pero, mientras, te amaré con tierna locura:
Ama de mis cantares.

Comments